martes, 7 de agosto de 2007

El fuego arrasó en julio 34 hectáreas menos que el pasado año

Las suaves temperaturas y las intensas lluvias caídas durante la primavera han repercutido favorablemente en el balance del primer mes de la campaña contra incendios puesta en marcha por la Junta de Castilla y León en Palencia. El fuego ha arrasado este año 34 hectáreas menos de superficie forestal y no forestal que el pasado año, lo que supone un descenso del 29% de incendios con respecto a la campaña del 2006.

En total, los 32 incendios registrados durante el mes de julio en la provincia de Palencia han quemado 83,03 hectáreas de tierra. La superficie más afectada por las llamas ha sido la no forestal -que engloba, cultivos y rastrojos-, ya que el fuego ha afectado a 72,12 hectáreas.

La superficie no forestal arrasada por el fuego ha sido casi 38 veces superior a la extensión forestal invadida por las llamas, puesto que concretamente han sido 1,91 las hectáreas afectadas. «El balance que se puede realizar es bastante positivo. Ha sido un mes de julio extraordinario, debido a que ha habido más precipitaciones en primavera y las temperaturas han sido más bajas de lo habitual, sobretodo las nocturnas, que también influyen en los incendios», señala Pablo Zuazúa, jefe de la Sección de Espacios Naturales y Especies Protegidas del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta.

Palencia no es una provincia especialmente conflictiva en materia de fuegos, aunque la normativa autonómica sobre incendios forestales del 19 de junio de este año incluye la declaración de 56 zonas de alto riesgo en la provincia. Sin embargo, un factor muy importante que determina la peligrosidad de cada campaña contra incendios son las condiciones meteorológicas que se dan cada verano.

El incendio más grave que se ha producido en la provincia ha sido, precisamente, uno de los últimos que cerraron el balance de este mes. Una cosechadora fue la causa inicial de las llamas que calcinaron un total de 14 hectáreas el pasado martes, 31 de julio, en la localidad palentina de Castrillo de Onielo. El resultado final, tras cinco horas y media de un amplio despliegue de cuadrillas y agentes forestales, fue de 5 hectáreas de rastrojo y otras 9 hectáreas más de laderas de matorral con encina quemadas.

Con respecto a la superficie no forestal arrasada por las llamas, los cultivos de cereal han sido los mayores afectados. El incendio más grave que afectó a este tipo de extensión agrícola fue el que se produjo el 14 de julio en el término municipal de Calzada de los Molinos, donde las llamas provocadas por la negligencia de una cosechadora arrasaron 9,5 hectáreas de cereal.

Negligencias

Las negligencias siguen siendo, como en años anteriores, la principal causa que ha provocado los incendios registrados durante el pasado mes. De los 32 incendios, 23 han sido fruto de las negligencias, y dentro de éstas, las dos más importantes han sido las provocadas por maquinaria agrícola -cosechadoras y desbrozadoras principalmente- y la quema de basuras y vertederos. En este último caso, destaca el fuego que se originó en el vertedero de Aguilar de Campoo el 28 de julio y cuyas tareas de extinción se prolongaron durante casi cuatro horas y media.

A pesar de las campañas que ha puesto en marcha el Ministerio de Medio Ambiente parar frenar los incendios intencionados, ésta es la segunda causa principal de los siniestros acaecidos durante el mes de julio. Sin embargo, Fernando Cantero, responsable de la Sección de Protección de la Naturaleza del Servicio de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León en Palencia, asegura que la población está más sensibilizada y concienciada del peligro de provocar incendios. «Hay que hacer una distinción entre los incendios provocados y las personas que, por distintas circunstancias, ocasionan incendios accidentalmente, sin ser ésa su intención», añade Fernando Cantero.

Fuente: El Norte de Castilla

miércoles, 1 de agosto de 2007

Un incendio provocado por una cosechadora arrasa 14 hectáreas en Castrillo de Onielo

Un incendio provocado por una cosechadora arrasó ayer cinco hectáreas de rastrojo y nueve hectáreas de ladera y material con encina en la localidad palentina de Castrillo de Onielo. El fuego quedó totalmente extinguido a las 18.15 horas, tres horas después de que se iniciara. Por otra parte, una quema de basuras fue el origen de un incendio sucedido en el municipio de Villaumbrales. El fuego, en cuya extinción participaron una autobomba y una unidad de bomberos de la Diputación, arrasó 0,12 hectáreas de rastrojo.

Fuente: El Norte de Castilla